Un pícaro método de recoger bombonas sin regresarlas produjo la pérdida de miles de estos envases. La presión de los afectados apuró un reconocimiento del robo ante el cual la Alcaldesa declaró ser víctima de un engaño con traición familiar.
La alcaldesa, junto al gobernador, se comprometió a finales del pasado año devolver las bombonas robadas. Las cifras oficiales de devolución no se han comprobado. Son consideradas irreales por muchísimos propietarios que, a este tiempo, no han tenido la devolución ni de cilindros ni el dinero que ellos han decidido aceptar por su costo. Las consultas que se han realizado en todos los sectores confirman lo que dicen las comunidades sobre las no reposiciones de los cilindros.
Sigue la grave falla de surtido. Pasamos meses sin recibirlo. Otra incompetente prestación de servicio básico que muestra el fracaso de una reelección.
El problema puede resolverse con voluntad de representar a los ciudadanos, no al partido, con transparencia y con políticas públicas, sin improvisación.
📝 Víctor Hugo Garrido
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