Upata, Existe una frase que dice "Las crisis generan oportunidades", pero en Venezuela esto aplica sólo para algunos.
El mayor porcentaje de trabajadores públicos y privados son explotados literalmente, con salarios paupérrimos y horarios extensos que no les permiten cubrir los gastos mínimos en el hogar, ni siquiera pensar en comer bien, como derecho universal de una persona.
Empezando por el Gobierno como el mayor patrono del país, mantiene un salario lineal y básico de 136 bs mensuales, lo que se traduce en 4 dólares y 60 centavos. Ha esto se une el comercio privado.
Por ejemplo en Upata capital del municipio Piar, los abastos asiático contratan a un importante número de personas, pero bajo condiciones desfavorables.
"Yo trabajo en un abasto chino desde las 8 AM hasta las 7 PM, pagan 15 dólares a la semana. Trabajo todo el día y no dan la comida", explica una trabajadora de un reconocido abasto local.
Obreros de la alcaldía de Piar informan que su salario está en el orden de 136 bs y de manera muy ocasional reciben algún bono de alimentación de 40 $, pero no es suficiente considerando que la cesta básica de alimentación está en el orden de los 600 dólares al mes.
Lo mismo ocurre con trabajadores en panaderias y quicallerias.
"Trabajo 8 horas en la panaderia, gano 25 dólares semanales. No es mucho, pero en las tardes vendo empanadas y bollos con eso me ayudo" afirma Israel Saavedra.
Los obreros públicos y privados son explotados, mientras sus patronos logran amasar fortuna, ellos sobreviven a duras penas más que por el salario es por los "rebusques".
"Yo vendo ropa con mi esposa, eso me da más que el trabajo, pero no dejo de trabajar porque es una entrada segura, al menos aseguro el pan", mencionó A. Carpio.
La realidad lejos de la promesa chavista de alcanzar igualdad entre pobres y ricos, abrió la brecha y ahora los pobres son más pobres, los ricos más ricos, las clases sociales en Venezuela son dos, los pobres y los enchufados.
📝 @CandresMonsalve
Comentarios: