Nacida en la calle San Juan de Merecure el 29 de enero de 1964 en la ciudad de Upata, su abuelo paterno era húngaro, y su abuela era india. De allí nació una fusión de dos culturas diferentes, pero con un amor infinito a las artes culinarias. Los padres y hermanos mayores ya no están en este plano terrenal, Miraida es la mayor de 5 hermanas y se ha dedicado la mayor parte de su vida a la elaboración de dulces artesanales, mientras que sus hermanas se han dedicado a la elaboración de tortas, decoración de fiestas, confección y costura.
“Desde pequeña hacía dulces con mi abuela, yo era la que la ayudaba a cernir la guayaba. Empecé haciendo pasta de guayaba, turrón de coco. Ya cuando tenía como 12 o 13 años yo hacía sola los dulces, y se los vendía a mi abuela, para que se los llevara a Caracas porque siempre viaja para allá”, agregó Pollack.
Miraida se dedicó a aprender a elaborar diversos dulces, uno de ellos fue el cristal de guayaba, el mismo fue descubierto por un italiano que se dedicaba a la comercialización de calzados. Este visitaba regularmente la Villa del Yocoima para encargar de 3 a 4 frascos grandes de este cristal de guayaba. Con el tiempo se conoce la noticia de que este dulce artesanal traspasó fronteras para deleitar a una familia italiana. La pasta de guayaba también es punto de referencia para la localidad y para varios estados de Venezuela como Guárico, Mérida, Nueva Esparta, entre otros. El gusto por el arte culinario viene de generación, pues el señor Pollack le fascinaba realizar dulces en familia.
“En el año 2000 quedé desempleada un tiempo, y fue cuando me dediqué más a la venta de mis dulces. Mis vecinas me realizaban pedidos, la cantidad de clientes aumentó. Al tiempo volví a conseguir trabajo, pero independientemente seguí con las ventas de dulces y también vendía helados, torta de pan y de tres leches porque eran ingresos extras”, destacó Miraida.
El secreto para que los dulces queden con un sabor inigualable y con una presentación extraordinaria, es pedir al Dios Todopoderoso que bendiga las manos, los ingredientes, los clientes, las ventas, al igual que pedir sabiduría para elaborar los dulces, y por ningún motivo no puede faltar el amor y la alegría, ingredientes indispensables.
“El señor Carlos Albertos Ascanio, uno de mis clientes de años, un día me preguntó si era cierto que realizaba esta oración cada vez que me tocaba preparar un pedido de dulces, y con una sonrisa le dije ¡Sí! A mí me encanta hacer eso, pero siempre le pido a Dios que me guíe en cada proceso”, afirmó Pollack.
En la casa de Miraida todo el año huele a navidad, ya que el dulce de lechosa y el de leche no solo se come en diciembre como lo dicta la tradición, sino que los realiza todo el año para eventos escolares, fiestas, reuniones, hasta los prepara para las personas que viven en otros países y estados de Venezuela.
“Hago de 3 a 4 veces a la semana mis dulces, no hago cantidades, prefiero la calidad que la cantidad. Tengo mis clientes que compran semanal y no están viendo si es diciembre o no, porque es un gusto que se dan”, enfatizó.
Estos dulces artesanales han llegado a países como Colombia, Italia, Brasil, España, Alemania, Canadá y Estados Unidos. El envasado de los mismos es diferente, puesto que no pueden estar expuestos al calor. Es por ello que se tiene un cuidado extremo de esterilización para que el dulce pueda llegar intacto a su destino.
Miraida Pollack es una upatense que inspira, pues es emprendedora, luchadora y optimista. En un momento de su vida pasó por una situación difícil, pues fue diagnosticada con cáncer de parótida. Tuvo que viajar a Brasil para gestionar la cirugía, pero en el país hermano no le dieron respuestas. Regresó a Upata y gracias a ángeles que la ayudaron y motivaron en el proceso como familiares, vecinas, amigos, enfermeras, en especial el Dr. Daniel D• Angelo. Al poco tiempo fue admitida en el Complejo Universitario Hospitalario Ruiz y Páez donde le realizaron la cirugía y la quimioterapia.
Hoy día la señora Miraida goza de buena salud y sigue regalando felicidad a través de sus dulces artesanales. La pueden ubicar en la Urbanización Rosales Country, en la calle Los Girasoles donde podrán conseguir sus dulces artesanales y hallacas por encargo.
📝 Kenya Duerto / Pasante
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