El ministro de la Defensa del régimen de Nicolás Maduro, Vladimir Padrino López, admitió la presencia de efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en varios «episodios conspirativos de la extrema derecha venezolana», con el apoyo de la CIA y la DEA, para asaltar el poder político.
En una rueda de prensa, Padrino López dijo que en el último año se constataron cinco conspiraciones que fueron neutralizadas, las cuales pretendían cometer un magnicidio contra Maduro y otros altos funcionarios del régimen. Entre ellas, mencionó la denominada «Operación Gedeón», que según él fue un intento de invasión marítima con mercenarios entrenados en Colombia.
Padrino López también reconoció que efectivos de la FANB están implicados en la presunta trama de corrupción de Petróleos de Venezuela (PDVSA), que habría desviado miles de millones de dólares a cuentas en el extranjero. Según el ministro, estos hechos son parte de una «guerra híbrida» impulsada por Estados Unidos y sus aliados para desestabilizar al país y provocar un cambio de gobierno.
Padrino López anunció que tendrán «cero tolerancia» ante planes que buscan alterar la paz del país y que solicitaron la inmediata degradación y expulsión de los traidores. Asimismo, dijo que reforzarán la lealtad y la disciplina de la FANB, que según él es el «principal sostén de la revolución bolivariana».
Estas declaraciones han generado reacciones de rechazo y crítica por parte de la oposición y la comunidad internacional, que acusan al régimen de Maduro de violar los derechos humanos y la democracia en Venezuela. El líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por más de 50 países, dijo que las palabras de Padrino López evidencian la «descomposición y fractura» de la FANB y que son una «confesión de parte» de su complicidad con el «narcoterrorismo».
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