A juicio del diputado Omar Ávila, resulta paradójico que se presenten presos producto de la corrupción de PDVSA-Cripto, con bragas naranjas o uniformes azules, con un gran despliegue comunicacional, pero no se diga, dónde están los reales producto de ese saqueo.
«Al venezolano de a pie que sufre directamente los embates de la grave crisis económica y social que vive Venezuela, poco le importa saber quién fue el pecador, sino donde está el pecado. Es decir, ¿dónde están los reales?», afirmó.
Considera Ávila que la principal preocupación que agobia a los venezolanos sigue siendo el tema económico, al tiempo que advirtió que la gente está clara que la situación se ha agravado aún más debido a la corrupción.
Recordó el secretario general nacional de Unidad Visión Venezuela, que mientras el salario del venezolano es virtualmente insignificante y el más bajo del planeta, existe una cúpula que ostenta poder, derroches y lujos, no compatibles con la realidad nacional.
«La corrección salarial anunciada el pasado 1° de mayo por el Ejecutivo Nacional, a través del aumento del llamado bono de guerra económica, pudo ser mayor y adaptada a la realidad social, pero además, siguen eliminados por vía de hecho los beneficios que le quedaban a los trabajadores como aguinaldos, vacaciones y prestaciones sociales. La pregunta es: ¿Acaso 130 bolívares (3.55$) alcanzan para algo?», esgrimió.
Insistió el parlamentario que la situación económica de Venezuela es un claro ejemplo de los desafíos extremos que enfrenta un país cuando su salario mínimo se vio superado por la hiperinflación devastadora en 2018.
«En contraste con otros países latinoamericanos, donde los ajustes anuales al salario mínimo se realizan para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores, en Venezuela el salario mínimo mensual de 130 bolívares, representan menos de 4 dólares estadounidenses, lo cual es un símbolo alarmante de la profunda crisis económica y social que atraviesa el país», expuso.
Comentarios: