Desde hace varios años el Día del Periodista ha perdido su esencia en Venezuela, siendo uno de los oficios más hermosos del mundo, hoy se encuentra tan golpeado y desmembrado como si se tratara de una nación en guerra.
Existen personas que han hecho de la profesión una vergüenza, tanto que desconocen el verdadero valor y sentido del ser periodista y sencillamente usurpan puestos por conveniencia.
Se levanta una nueva generación de “periodistas” formados en universidades que adoctrinan con ideologías de miseria y son tan dóciles que cualquier zángano del gobierno les prohíbe cubrir una nota de prensa. “No vayan a dar cobertura a esa noticia o aténgase a las consecuencias”. “Que no los vean con X persona, porque eso no le gusta a la jefa” “Escriban que el cielo es rojo aunque esté lleno de estrellas”.
Como hay otros que piensan que ser periodista, es tener el derecho de atacar a cualquiera con improperios, palabrerías rebuscadas y detestables. Causando destrozos en lo personal y en la moral del agredido.
Nada más lejos de la realidad. Para ser un buen periodista se debe ser buena persona, irreverente pero no grosero, porque se es periodista de la mano de la verdad, apegado al derecho y las leyes, centrados en códigos éticos y morales de la profesión, el periodista es educado, cuidadoso, dueño de lo que piensa y responsable de lo que escribe.
El periodista no está para defender a un régimen destructor y lacayo, sino para ser luz en medio de la oscuridad.
El periodista no se debe a ningún gobierno, menos a uno militar. El periodista se debe a la verdad y la libertad.
El periodista se debe a la gente, a los más necesitados ya aquellos que les han negado el derecho de ser escuchados.
Hoy el periodismo libra la batalla más férrea en la historia de Venezuela, sobrevivimos a pesar de una guerra sin cuartel que este régimen ha mantenido por años contra los venezolanos. Acabaron con los medios impresos y audiovisuales, destruyeron la radio colocando un sólo pensamiento en ella. No imaginan el error tan grande que ellos mismos se han causado.
Persiguen e intentan someter por medio del hambre, persecución y la humillación a quienes somos periodistas de verdad. Hoy 27 de junio es propicio el momento para recordar que nosotros los periodistas, somos el último frente de combate, convertidos en la resistencia y esperanza de una nación, somos el bastión que usa como balas sus ideas y como arma la pluma.
Cierran televisoras, radios, medios, intentan silenciar a quienes escribimos con la verdad, intentan destruir al periodista que denuncia sus aberraciones. Hoy ya tienen el sol a cuestas, se amparan en la violencia, mentira y desesperanza, pero tiempo ya no les queda, ellos pasarán a la historia como criminales de una nación, mientras que nosotros seguiremos siendo periodistas defensores de la verdad.
No existe mayor título del que me pueda sentir orgullo, que el ser llamado periodista. Es todo lo que espero y aspiro.
📝Carlos Andrés Monsalve.
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