El Ministerio de Minas y Energía del país confirmó que la totalidad de la isla está actualmente sin luz, sumiendo a sus más de 11 millones de habitantes en la oscuridad.
Este nuevo apagón llega apenas un día después de que la isla caribeña experimentara un corte eléctrico de 12 horas, lo que provocó la suspensión de clases y la paralización de la jornada laboral.
La situación de estrés energético ha alcanzado un punto crítico tras nueve meses de cortes intermitentes, con el sistema al borde del colapso.
El déficit energético registrado el jueves por la noche alcanzó los 1.642 megavatios, frente a una demanda de 3.300 megavatios, según informó la estatal Unión Eléctrica (UNE).
Esto refleja un nivel de desajuste sin precedentes, que ha agravado la situación del país, donde la falta de mantenimiento, sumada a la escasez de combustible, ha dejado obsoleto el sistema eléctrico.
El primer ministro cubano, Manuel Marrero, reconoció que «la situación ha ido empeorando en los últimos días» y anunció que se reunirá con expertos para buscar una salida a esta crisis energética.
Mientras tanto, el presidente Miguel Díaz-Canel aseguró que «la dirección del país» está priorizando la solución de esta contingencia y subrayó que «no habrá descanso» hasta que se restablezca el flujo eléctrico en todo el territorio nacional.
A pesar de las promesas gubernamentales, el sistema eléctrico cubano depende de generadores obsoletos, muchos de los cuales han sido alquilados a Turquía y carecen de mantenimiento adecuado. Además, aunque se han invertido millones de dólares en proyectos energéticos con Rusia y China, ninguno de estos está actualmente en funcionamiento.
La crisis energética también está estrechamente vinculada a la devastadora situación económica del país. En 2023, el Producto Interno Bruto (PIB) de Cuba cayó un 2%, lo que ha limitado la capacidad del gobierno para adquirir el combustible necesario para las generadoras eléctricas.
Esta situación recuerda el apagón masivo que sufrió la isla en septiembre de 2022, cuando el huracán Ian, de categoría tres, provocó una situación de «cero producción» que dejó a Cuba sin electricidad durante varios días.
La recuperación en aquel momento fue lenta, y ahora, una vez más, la población cubana se enfrenta a la incertidumbre de cuándo se restablecerá el servicio eléctrico.
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