Upata.- Aunque en Venezuela, desde hace muchos años, se presenta escasez de gas, desde la explosión de la planta de compresión de gas Muscar en Punta de Mata el pasado 11 de noviembre, el suministro del combustible se ha complicado especialmente para las personas de escasos recursos.
“Las crisis generan oportunidades”, pero en este caso, una crisis generada por la falta de gas ha hecho que muchas de las personas en la línea de entregar los cilindros con el líquido para las comunidades hagan un verdadero negocio.
El asunto es el siguiente: si usted quiere tener gas en su casa, debe pagarlo al precio que ofrece el mercado negro.
Por ejemplo: la bombona de 10 kilogramos puede llegar a costar 50 $, la de 20 entre 75 u 80 $ y la de 45 alcanza un costo de 150 $.
Así lo han denunciado habitantes que no pueden comprar gas y apelan al uso de leña. Dueños de pequeños emprendimientos, panaderías y restaurantes denuncian que los precios especulativos del gas les robaron la oportunidad de tener una “buena Navidad”.
Mientras esto ocurre ante la vista de todos, las autoridades se hacen los desentendidos en el tema y, ante la carencia de denuncias en los medios de comunicación, permiten que se especule delante de los más necesitados.
“Yo no puedo pagar una bombona a 50 $, porque si la pago tengo gas, pero no comida”, dice entre risas uno de los afectados.
“Me sale mejor comprar un espiral de cocina eléctrica que me cuesta 180 bs (3,50 $) y con eso voy resolviendo”, explicó el entrevistado.
Y muchas personas, al no poder comprar gas, optan por el espiral eléctrico, sumando a nuestra ya saturada red de energía un mayor consumo.
Según el gobierno nacional, para los primeros días del 2025, debería estar resuelta la falta de gas en Venezuela. Sin embargo, los revendedores y precios especulativos han estado presentes desde el momento en que las empresas prestadoras del servicio pasaron a manos del Estado.
📝 Carlos Andrés Monsalve.
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