El Comité de Derechos Humanos (DDHH) de la ONU abrió un caso contra el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela para investigar el presunto fraude electoral en los comicios del pasado julio y le exigió conservar las actas de escrutinio, según anunciaron este martes un grupo de abogados denunciantes.
Uno de los abogados, Paulo Abrão, ex secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de DDHH, confirmó a la agencia de noticias EFE que el Comité les notificó hoy que ha abierto su caso y ha dictado varias medidas provisionales urgentes mientras lo investiga, principalmente conservar los materiales electorales clave como las actas de escrutinio.
Abrão es uno de los cinco abogados de la firma IHR Legal, radicada en Washington DC, que denunciaron ante el Comité en octubre violaciones de fraude electoral masivo, falta de transparencia, restricción al voto en el exterior, obstrucción al control ciudadano y supresión de acceso a la justicia en Venezuela.
La notificación del Comité indica que este ha “solicitado al Estado parte que se abstenga de destruir el material electoral de las elecciones presidenciales” incluyendo las actas de escrutinio, y otros documentos necesarios para elaborar el acta de totalización, adjudicación y proclamación” mientras investiga.
Los abogados dijeron en una nota que la apertura del caso es un “avance crucial en la lucha por la democracia y los derechos humanos en Venezuela”, y que “probablemente concluirá con una decisión internacional muy trascendente e histórica que constatará que Nicolás Maduro no es el presidente electo de Venezuela”.
En su denuncia “se alegan violaciones a derechos políticos en perjuicio de un venezolano común (no candidato), integrante de un grupo de millones de venezolanas y venezolanos cuyos derechos humanos han sido violados por el fraude electoral que Nicolás Maduro pretende consumar el 10 de enero de 2025″, agregaron.
Ese venezolano común es uno de los abogados, Ignacio Álvarez Martínez, residente en EEUU, y que denuncia una privación del voto que es común al resto de sus conciudadanos en el extranjero, de los cuales estiman que 5,5 millones están habilitados para votar, es decir, una cuarta parte del electorado.
Los abogados exponen en su denuncia la situación en Venezuela antes, durante y después de las elecciones del 28 de julio, donde señalan un “patrón sistemático de desconocimiento de la voluntad popular expresada en el voto, cuando los resultados electorales no favorecen a Nicolás Maduro y sus aliados”.
E inciden, al pedir medidas provisionales, “la posibilidad inminente de que se materialicen daños irreparables a los derechos humanos”, ya que no es “un típico caso en el que se cuestionan los resultados electorales por parte de un candidato” sino “un escandaloso y gravísimo desconocimiento del resultado de una elección”.
En ese sentido, destacan que “a pesar de que se impidió votar al 99% de los millones de venezolanos que viven en el exterior, las actas de escrutinio publicadas por la oposición revelan que el gobierno en funciones perdió las elecciones por una mayoría abrumadora de quienes sí votaron dentro de Venezuela”.
El Comité de DDHH de la ONU es un organismo de 18 expertos independientes que supervisa la aplicación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos por sus Estados partes.
(Con información de EFE)
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