Policía Federal apunta a una organización criminal sospechada de mover R$ 4,3 mil millones y usar inmigrantes venezolanos para transportar el oro a países vecinos
📝Por Eduardo Gonçalves — Brasilia⤵️
Con las restricciones impuestas por el Tribunal Supremo Federal (STF) y la Receita Federal sobre la venta de oro en Brasil, los contrabandistas dedicados a la minería ilegal en la Amazonía brasileña han comenzado a transportar su producción a países vecinos como Venezuela, Guyana y Surinam, según las investigaciones de la Policía Federal. En estos lugares, los grupos criminales explotan regulaciones más laxas para el comercio de metales para exportarlos a Estados Unidos, Europa y Medio Oriente.
Una operación lanzada el 11 del mes pasado reveló detalles de cómo funciona la red internacional de tráfico ilegal de oro. El principal objetivo era una organización criminal sospechada de mover R$ 4,3 mil millones entre febrero de 2023 y marzo de 2024.
La Policía Federal identificó el uso de inmigrantes venezolanos para transportar el oro a los países vecinos. Además, los intercambios de mensajes entre los miembros del grupo indican que empresarios de Líbano y Arabia Saudita fueron invitados a visitar las áreas mineras en la Amazonía para invertir en el negocio ilícito.
Según el informe de la investigación, había un "centro operativo" en Boa Vista (RR) y otro en Itaituba (PA), conocida como la "capital del oro" del país, tanto legal como ilegalmente. Después de ser extraído de los campos de minería, los metales se enviaban a Manaus o Belém, desde donde salían vuelos a Guyana y Venezuela.
Las nuevas medidas implementadas por el STF y la Receita Federal tuvieron un impacto en el mercado de oro de Brasil. Según una encuesta del Instituto Escolhas, hubo una disminución del 84% en la producción de minería de oro de enero a julio de 2024 en comparación con el mismo período de 2022. En Pará, la caída fue aún más pronunciada, del 98% en el mismo período.
Sin embargo, los expertos señalan que no se ha observado una "reducción necesaria de las áreas de minería detectables por imágenes de satélite". En la práctica, el oro continúa siendo explotado, pero ya no se registra. Ahora, el flujo se está desplazando a canales ilegales.
Fuente: O Globo
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