Mientras el gobierno venezolano afirma haber desmantelado por completo la peligrosa banda criminal conocida como el Tren de Aragua, los hechos parecen indicar lo contrario. A pesar de los múltiples anuncios de "desmantelamiento" hechos por las autoridades en los últimos años, la realidad muestra que los principales líderes de esta organización siguen en libertad y operando. Además, el Departamento de Estado y Justicia de Estados Unidos han ofrecido una recompensa millonaria por información que lleve a la captura de los cabecillas del Tren de Aragua, lo que sugiere que sigue siendo una amenaza regional.
Caracas, Venezuela - A pesar de los reiterados anuncios de las autoridades venezolanas sobre el "desmantelamiento" de la peligrosa banda criminal conocida como el Tren de Aragua, la realidad parece apuntar a que esta organización sigue activa y representando una amenaza tanto a nivel nacional como regional.
Mientras el gobierno asegura haber detenido a decenas de miembros del Tren de Aragua e intervenido penales donde operaba, los principales líderes de la banda, como Héctor Rusthenford Guerrero, alias "Niño Guerrero", continúan prófugos. Incluso, el Departamento de Estado y el Departamento de Justicia de Estados Unidos han ofrecido una recompensa de hasta 12 millones de dólares por información que conduzca a la captura de estos cabecillas.
Las contradicciones en los anuncios de las autoridades venezolanas son evidentes. Por ejemplo, en 2023 se afirmó que se había "desmantelado totalmente" al Tren de Aragua, pero un año después se reportó que 17 pranes (líderes criminales) de esta banda controlaban la cárcel de El Dorado en el estado Bolívar.
El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) ha denunciado que las declaraciones oficiales sobre el "desmantelamiento" del Tren de Aragua no se corresponden con la realidad, pues la banda parece seguir operando a pesar de los supuestos golpes que ha recibido.
Expertos señalan que la compleja estructura y ramificaciones del Tren de Aragua, que opera tanto dentro como fuera de las cárceles, dificultan su desarticulación definitiva. Mientras sus principales cabecillas sigan prófugos, la lucha contra esta peligrosa organización criminal seguirá siendo un desafío para las autoridades venezolanas.
Fuente: 📝 CrónicaUno
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