El régimen de Daniel Ortega ha integrado oficialmente a los grupos paramilitares que operan bajo su servicio a la Constitución Política de Nicaragua, denominándolos "policías voluntarios". Estos civiles armados, conocidos como el "Ejército del terror", fueron creados por Ortega en 2018 para reprimir violentamente las protestas ciudadanas contra su gobierno. Ahora, la dictadura les ha otorgado un estatus legal a pesar de que ya venían actuando en la represión desde hace años. La oposición denuncia que esta medida busca darle fuerza constitucional a esta fuerza paramilitar que ha sido responsable de cientos de asesinatos.
El régimen de Nicaragua liderado por Daniel Ortega ha oficializado en la Constitución Política la existencia de los grupos paramilitares que operan bajo su servicio, denominándolos "policías voluntarios". Estos civiles armados, conocidos por la población como el "Ejército del terror", fueron creados por Ortega en 2018 para reprimir violentamente las protestas ciudadanas contra su gobierno.
La semana pasada, la Asamblea Nacional de Nicaragua, controlada por el partido de Ortega, aprobó una reforma constitucional que crea la figura de la "Policía voluntaria". Sin embargo, este cuerpo armado ya venía actuando con ese nombre en la represión contra quienes el régimen considera opositores desde 2018.
Según expertos, este ejército paramilitar es el equivalente a los "Colectivos" del régimen chavista en Venezuela. Fueron los responsables de acompañar a la Policía para desmantelar violentamente las más de cien barricadas levantadas por estudiantes y campesinos que paralizaron el país en 2018. La represión de ese año se saldó con al menos 355 personas asesinadas.
La oposición ha denunciado que esta medida busca darle fuerza constitucional al "Ejército del terror" creado por Ortega, el cual ha sido señalado por el uso de armas de guerra contra los manifestantes. Pese a los crímenes cometidos, solo un paramilitar ha sido condenado y luego liberado por una ley de amnistía.
Con esta reforma, el régimen de Ortega ha oficializado la existencia de esta fuerza paramilitar que opera bajo su servicio, profundizando aún más la represión y el control sobre la población nicaragüense.
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