El estado Bolívar, al sur de Venezuela, enfrenta una grave crisis humanitaria y ambiental debido a la minería ilegal en el Arco Minero del Orinoco. Esta región, reconocida por su riqueza en oro, diamantes y minerales, se ha convertido en una "maldición" para sus comunidades, que viven bajo graves violaciones de derechos humanos, explotación desmedida de recursos naturales y la presencia de grupos armados irregulares.
Según informes, más de 1.200 hectáreas de selva virgen han sido devastadas por la minería ilegal, y los ríos Caroní e Ikabarú están contaminados con mercurio. Pero quizás lo más alarmante es la situación de los niños, niñas y adolescentes, que se han convertido en las principales víctimas de este caos.
Investigaciones no oficiales indican que en el estado Bolívar hay un elevado número de niños, niñas y adolescentes trabajando en condiciones deplorables en las minas de oro, sin acceso a educación ni servicios de salud. Activistas de derechos humanos mencionan que los menores de edad incluso prefieren sacar oro que ir a la escuela, poniendo en riesgo su vida y su futuro.
"La minería ha dejado de ser un sustento y se ha convertido en una trampa mortal fomentada por un vacío institucional que perpetúa la explotación y el abandono", afirma un informe de la organización Fundación Redes.
Ante esta grave situación, se hace un llamado urgente a la implementación de medidas concretas para rescatar a estos niños y proteger sus derechos fundamentales. La lucha por un futuro digno requiere el compromiso de los gobiernos, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil.
Fuente: YouTube ONG FundaREDES
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