La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) formalizó este martes la cancelación de la licencia 41 que le permitía a Chevron operar en Venezuela. Esto significa que la empresa petrolera estadounidense tendrá 30 días para desmantelar sus operaciones en el país.
La decisión se enmarca en las sanciones impuestas por Estados Unidos a Venezuela, con el objetivo de ejercer presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro. Chevron contaba con una licencia especial que le permitía mantener una presencia limitada en el país, a pesar de las restricciones comerciales.
Con la revocatoria de esta licencia, Chevron deberá detener todas sus actividades en Venezuela en el plazo de un mes. Este movimiento se suma a la creciente presión ejercida por Washington sobre la industria petrolera venezolana, uno de los principales pilares económicos del gobierno de Maduro.
La noticia ha generado reacciones tanto a nivel nacional como internacional, reflejando la complejidad y las implicaciones geopolíticas de esta decisión.
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