Nicolás Maduro, ha dado el pistoletazo de salida a los carnavales, una de las mayores fiestas populares del país, con varios "regalos" para su pueblo. Entre ellos, destaca la última aventura de "Superbigote", el cómic creado por asesores cubanos para convertir al mandatario en un superhéroe musculoso e invencible, con el objetivo de reemplazar la figura de Hugo Chávez en el imaginario colectivo.
Además, el gobierno bolivariano ha repartido un nuevo bono económico llamado "Bono Felicidad y Paz", que apenas alcanza los 5 dólares por persona, en un momento en el que los precios de buena parte de los alimentos en Caracas se acercan a los de un país desarrollado.
"La orden es acabar con los carnavales, los venezolanos no pueden ser felices. Venezuela va a ser esclava de la ultraderecha", se escucha decir en el nuevo episodio del cómic a los "Extremistas", que aparecen convertidos en un monstruo de varias cabezas que porta la cruz gamada nazi. Entre ellos figuran la líder opositora María Corina Machado y el diplomático Edmundo González Urrutia.
Sin embargo, el superhéroe "Superbigote", que porta el anillo con esmeralda que regaló al presidente de facto el polémico gurú indio Sai Baba, irrumpe para celebrar tanta fantasía.
Según el sociólogo Gianni Finco, uno de los objetivos de la propaganda revolucionaria es presentar a Maduro como un líder bendecido por Dios y con el apoyo del pueblo, señales de una "predestinación metafísica" que le permitirían hacer frente a las "amenazas imperiales".
📝 ELPAÍS
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