Rubio fue tajante: "no hay margen de negociación mientras Chevron siga siendo un salvavidas para Maduro,” señaló una fuente
El secretario de Estado Marco Rubio se ha convertido en el principal obstáculo para los intensos esfuerzos de lobby de Chevron, que buscaba extender su licencia para extraer petróleo en Venezuela, según revelaron hoy fuentes cercanas a la administración Trump al WSJ. La gigante petrolera, liderada por su CEO Mike Wirth, lanzó esta semana una campaña de alto perfil para obtener un indulto frente a la orden del gobierno de cerrar sus operaciones en el país sudamericano antes del 3 de abril. Sin embargo, la férrea oposición de Rubio ha puesto en jaque las aspiraciones de la compañía.
El presidente Donald Trump se reunió el miércoles en la Casa Blanca con Wirth y otros líderes de la industria petrolera, donde Chevron defendió la extensión de su licencia, argumentando que su salida permitiría a China afianzarse en las enormes reservas petroleras de Venezuela. Según fuentes internas, Trump mostró disposición a considerar la propuesta, sugiriendo incluso combinarla con tarifas o sanciones financieras a países que compren petróleo venezolano, como una forma de presionar al presidente Nicolás Maduro para negociar. No obstante, Rubio se ha mantenido como un muro infranqueable.
En una tensa llamada telefónica el lunes, Rubio rechazó de plano la solicitud de Wirth de una prórroga de 60 días, insistiendo en que Chevron debe cumplir con el plazo del 3 de abril, según personas al tanto de la conversación. “Rubio fue tajante: no hay margen de negociación mientras Chevron siga siendo un salvavidas para Maduro,” señaló una fuente. El Departamento de Estado confirmó la llamada, pero declinó hacer más comentarios.
La resistencia de Rubio tiene raíces profundas en su histórica oposición al régimen de Maduro, una postura compartida por otros republicanos de Florida, como el asesor de seguridad nacional Mike Waltz. Ambos sostienen que Chevron, que representa cerca de un cuarto de la producción petrolera de Venezuela, apuntala al gobierno venezolano con ingresos cruciales. “Para Rubio, esto no es solo un asunto de negocios, es una cuestión de principios,” añadió la fuente.
El esfuerzo de lobby de Chevron no se limitó a Rubio. Wirth se reunió esta semana con el secretario del Tesoro Scott Bessent y miembros del Consejo de Seguridad Nacional, advirtiendo que la retirada de la compañía podría desestabilizar aún más la economía venezolana, incrementando la migración hacia el norte—un tema prioritario para Trump—y abriendo la puerta a China. A pesar de estos argumentos, la influencia de Rubio parece estar inclinando la balanza.
La decisión de Trump en febrero de revocar la licencia de Chevron—otorgada en noviembre de 2022—respondió en parte a las presiones de legisladores de Florida, incluido Rubio, quienes acusan a la petrolera de sostener al régimen de Maduro. Aunque hubo un breve deshielo en enero, cuando el enviado Richard Grenell negoció con Maduro la liberación de seis rehenes estadounidenses y el reinicio de deportaciones, el giro posterior de Trump reflejó la fuerza del bloque liderado por Rubio.
La Casa Blanca no ha respondido a solicitudes de comentarios, mientras que el portavoz de Chevron, Bill Turenne, mantuvo la línea oficial: “Nos reunimos regularmente con funcionarios para abordar temas relacionados con nuestro negocio, siempre cumpliendo con la ley y las sanciones de EE.UU.”
Por: Ian Orwell
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