Un nuevo brote de vómito y diarrea ha sido reportado en las comunidades indígenas waraos de Manakal y Korokoina, ubicadas en el municipio Antonio Díaz del estado Delta Amacuro. Este brote, que inicialmente se detectó en la comunidad de Bonoina, ha afectado a al menos 20 personas, incluyendo niños y adultos, y ha cobrado la vida de un menor de un año.
De acuerdo con Nazario Sucre, habitante de la zona, los síntomas comenzaron hace aproximadamente una semana y media, afectando principalmente a niños de entre dos y seis años. La falta de medicamentos en las comunidades ha obligado a los afectados a recurrir a remedios caseros, como brebajes tradicionales, para intentar aliviar los síntomas. "Hay un niño grave por el vómito y diarrea. Queremos que vengan a atender este brote antes de que afecte a más personas", expresó Sucre con preocupación.
A pesar de que las comunidades cuentan con personal de enfermería, la carencia de insumos médicos limita la capacidad de respuesta. Las autoridades sanitarias aún no han acudido a la zona, que se encuentra a unas nueve horas por vía fluvial desde Tucupita, lo que agrava la situación de los enfermos.
Este no es el primer caso de enfermedades gastrointestinales en la región. En febrero de este año, voceros de Bonoina ya habían denunciado la presencia de múltiples enfermedades afectando a la población, sin que se tomaran medidas efectivas para abordar la crisis.
Los habitantes de Manakal y Korokoina han hecho un llamado urgente a las autoridades de salud para que envíen medicamentos y personal médico a la zona, con el fin de controlar el brote y evitar más pérdidas humanas. Hasta el momento, no se ha recibido una respuesta oficial por parte de las instituciones competentes.
La situación pone en evidencia las precarias condiciones de acceso a la salud en las comunidades indígenas del Delta Amacuro, donde la lejanía y la falta de recursos básicos siguen siendo un desafío para garantizar el bienestar de la población.
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